Soy mi propio motor
Una de las grandes ventajas de vivir en una ciudad como Barcelona, es estar tan cerca del mar. La costanera es extensa, empieza en el monumento a Colón , sigue en la Barceloneta y termina prácticamente en el Forum.
Normalmente me subo a mi bici al medio día, y recorro toda la bahía, en estupendas ciclovías que me llevan a una playita caleta, que me encanta.
En Barcelona siempre hay sol, y en la playa me instalo a hacer un poquito de yoga, estirar, alinear... en fin, busco mi centro y me recargo un poco para seguir el día más despierta.
Hace unos días la Lucía se compró patines, y ha sido super divertido recordar mis proezas infantiles en patinaje artístico. Así que todos los días nos vamos a la costanera a patinar, yo le enseño un poco y ando otro poco.
Me encanta la idea de ir sobre ruedas a todos lados, en bici, en patines...
Soy mi propio motor, recargado por el sol de este invierno en el Mediterraneo.