Florcita de ciutat

de vuelta en Barcelona, ya pensando en un nuevo año..

1.13.2006

Soy mi propio motor








Una de las grandes ventajas de vivir en una ciudad como Barcelona, es estar tan cerca del mar. La costanera es extensa, empieza en el monumento a Colón , sigue en la Barceloneta y termina prácticamente en el Forum.
Normalmente me subo a mi bici al medio día, y recorro toda la bahía, en estupendas ciclovías que me llevan a una playita caleta, que me encanta.
En Barcelona siempre hay sol, y en la playa me instalo a hacer un poquito de yoga, estirar, alinear... en fin, busco mi centro y me recargo un poco para seguir el día más despierta.

Hace unos días la Lucía se compró patines, y ha sido super divertido recordar mis proezas infantiles en patinaje artístico. Así que todos los días nos vamos a la costanera a patinar, yo le enseño un poco y ando otro poco.
Me encanta la idea de ir sobre ruedas a todos lados, en bici, en patines...
Soy mi propio motor, recargado por el sol de este invierno en el Mediterraneo.